viernes, 21 de diciembre de 2007

El Banco de España no cree que las familias españolas estén sobreendeudadas


El Banco de España considera que las familias españolas no están sobre endeudadas y que su situación patrimonial sigue siendo sólida en general, sobre todo porque los inmuebles dan solidez al patrimonio de las familias, aunque insiste en que se deben analizar con prudencia las necesidades de financiación por el endurecimiento de las condiciones para la concesión de créditos.

José Luis Malo de Molina, director general del Servicio de Estudios del Banco de España, explicó hoy en la presentación de las principales conclusiones de la segunda Encuesta Financiera de las Familias, que se refiere al periodo 2002-2005, que las familias españolas no están sobreendeudadas y que su situación patrimonial sigue siendo sólida en general . "Es obvio que entramos en un periodo en el que ha aumentado la tensión financiera", lo que se manifiesta en que los costes de endeudamiento están aumentando, no sólo por la subida de los tipos, sino también porque los bancos terminarán trasladando las tensiones de los mercados "en alguna medida" a los costes de los créditos, dijo. En este nuevo contexto, apuntó, los criterios para la concesión de créditos serán más ajustados que en el pasado, algo que el Banco de España ha advertido ya en las últimas encuestas de Préstamos Bancarios. Pero todo esto no significa que haya "una situación de restricción" en la oferta crediticia, explicó Malo de Molina, puesto que el crédito a las familias sigue creciendo por encima del 15%. Otro de los factores que interviene en la solidez patrimonial de las familias españolas es, dijo, el "prácticamente inexistente" uso de la financiación hipotecaria para el consumo, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos. En cuanto al precio de la vivienda, Malo de Molina insistió en que "tiene ciclos" que dependen de la demanda, aunque "tendencialmente" tienda a subir, pero señaló que esto no afecta a la solidez patrimonial de las familias. Otra cosa, explicó, es que en momentos de flexión en la tendencia del precio de la vivienda las familias tengan menos confianza o consuman menos. A principios de año, el Banco de España aseguró en un informe que la vivienda estaba sobrevalorada entre un 24 y un 32%, unas estimaciones que, según Malo de Molina "no siempre se entendieron", ya que no equivalían en ningún caso a hablar de "burbuja inmobiliaria". "Siempre hemos pensado", dijo, que la vivienda "tiene tendencia a la revalorización". Además, añadió, "no hemos tenido ciclos de correcciones significativas" de precios. "Lo normal es que cuando hay presión en la demanda, el precio crezca más de lo que justifica la tendencia, pero eso tiende a reabsorberse con una estabilización en el precio", dijo. Tampoco le preocupa al Banco de España la pérdida de poder adquisitivo que según Eurostat notarán las familias españolas ni que ésta incida en el consumo, puesto que en España hay 1,3 millones más de familias en los últimos años. En su opinión, no se puede hablar de un parón en el consumo sino de "suave desaceleración". Según Malo de Molina, los hogares empezaron a reducir su ritmo de endeudamiento después de 2005 como reacción a la subida de los tipos de interés y a la tendencia a la desaceleración de los activos inmobiliarios. En cuanto a las conclusiones de la encuesta, la riqueza neta de las familias españolas aumentó un 68% entre 2002 y 2005, sobre todo por la adquisición y revalorización de los activos inmobiliarios.

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