lunes, 31 de diciembre de 2007

CARLOS SERRANO GUERRA DIRECTOR REGIONAL DE BANCA COMERCIAL DEL BANCO HERRERO

«A partir de la primavera de 2008, la economía irá en línea ascendente, tras pasar este valle»

Carlos Serrano Guerra es el director de banca comercial del Banco Herrero, la marca del Banco Sabadell en Asturias. Casado y con dos hijos, es aficionado al footing y con buen manejo de guitarra eléctrica. De apariencia prudente, mira a la situación financiera internacional, salpicada de hipotecas basura estadounidenses y empapada en desconfianza, y asegura, basándose en los estudios del banco, que dicen que 2008 traerá el deshielo económico. La alegría volverá. Incluso al ladrillo.

-¿En qué medida perciben ustedes el fenómeno de las hipotecas basura?
-Las «subprime» (hipotecas basura) están fuera de nuestro ámbito, pero, de fondo, hay un fenómeno de desconfianza. Pero se trata de un fenómeno pasajero, no es tan profundo como se comenta. Los estudios del banco indican que habrá un trimestre en la línea actual, pero, a partir de marzo, todo va a retomar una nueva línea. Creemos que vamos a tener un año en tónica ascendente, después de pasar este valle.
-¿En qué se concreta la desconfianza inducida por las «subprime»?
-Las sociedades financieras paralizaron un poco el mercado monetario y empieza a haber algunos problemas de liquidez. En este momento, nadie está prestándose dinero. La falta de liquidez nos hace ser muy reacios en la inversión, desde el punto de vista de analizarla bien. Nosotros nos hemos fijado un objetivo muy claro: queremos apostar por los clientes. Ya no es un asunto de la garantía o las inversiones en sí. Queremos atender a nuestro cliente de siempre en todo su proceso, no paralizar su negocio; tenemos que ayudarle a salir de este pequeño bache. Nos está costando tener recursos suficientes por las dificultados que hay en el mercado para darles todas las opciones de inversión que quieren, pero, en líneas generales, con nuestros clientes queremos ser especialmente sensibles.
-Las recientes «inyecciones» del Banco Central Europeo (BCE) pretendían dar liquidez a los mercados.
-Sí, pero no dejan de ser soluciones parciales. Se está dando dinero a muy corto plazo. Los empresarios necesitan dinero a un plazo más largo. No pueden meterse en proyectos de inversión a un mes o a quince días, donde está la liquidez en este momento. Ellos tienen una visión a dos o tres años y el banco tiene que acompañarlos en ese proceso. Ahí es donde se está produciendo esa falta de liquidez.
-¿Tienen problemas para atender a sus clientes, o ellos también se han retraído?
-Ellos son los primeros que entienden que la situación no está para grandes alegrías. Digamos que está todo esperando por dónde va a ir las cosas. Fundamentalmente, lo estamos notando en el sector inmobiliario. La gente ya no invierte en casas con tanta alegría, espera. Oye el rumor de que van a bajar los precios y esto produce una pequeña parálisis. Pero será pasajera. Incluso damos fechas.
-La primavera de 2008.
-A partir de la primavera de 2008, se prevé un repunte importante. Somos optimistas. De hecho, el banco lo es porque los presupuestos que nos pone van en esta línea. No van en un línea recesiva. Sí somos hoy más selectivos con el mercado inmobiliario, pero hasta los propios promotores ya son selectivos. No quieren hacer todo lo que tienen en este momento. Los promotores se han retraído un poco y el banco también esta siendo más selectivo. Les dice: «Oye, no te metas en cosas que no sean para mañana», «no apuestes ahora por la compra de suelo».
-De hecho las grandes inmobiliarias venden suelo.
-Exacto. Y ahora nace otra figura: el especulador. Nosotros, en esas operaciones, no entramos.
-Usted habla de incertidumbres, pero hay economistas que incluso llegan a hablar de recesión. Y ello, pese a que España aún crece más que Europa.
-No hay nada que diga que puede haber una recesión. Al contrario, la economía va a crecer. Es verdad que va a crecer algo menos de lo que estaba previsto, pero el orden de crecimiento es de los más importantes de los últimos años. Seguimos estando muy cercanos a ese 3 por ciento. Sí es verdad que estamos en una situación de incertidumbre por una situación muy concreta que partió de Estados Unidos. Eso se traslada muy fácilmente a la calle, que la gente lo lea es facilísimo: cuatro noticias en los medios; el Gobierno, que hace una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento, y ya se interpreta como una recesión... Pero no hay datos objetivos para pensar eso.
-¿En qué medida les ha afectado la subida de los tipos de interés hipotecarios?
-Nosotros seguimos creciendo, si bien es verdad que llevamos unos meses con crecimiento menor a meses anteriores. Pero ese parón no se debe a que hayan subido los recibos, se debe a que la gente está en la expectativa de que van a bajar los precios de la vivienda, y ahí no se mete. Es ahí donde está el fenómeno. Hay promociones en marcha que antes estarían todas vendidas, había mucha alegría. Hoy la gente se dice: «A qué me voy a apurar; los tipos están arriba y pueden bajar, ¿qué mejor cosa que estar tranquilo y esperar?».
-Esa reducción de su negocio hipotecario se cuantifica en...
-Se nos habrá caído un 20 por ciento. Nosotros estamos trasladando resultados a 2008. Toda esta gente que está pensando si comprar una hipoteca, entendemos que decidirá más adelante. Cuando lo vea más claro. Los tipos no se van a desmadrar, nada lo indica.
-¿En qué medida la banca de empresas ha sido un buen sustituto de la caída del crédito hipotecario?
-Nosotros dimos un giro hacia la empresa aprovechando lo que el Banco Sabadell, como grupo, puede aportar. El Banco Sabadell es un banco de referencia nacional en la empresa y la pyme, que además es lo que abunda en Asturias. Eso nos ha permitido sortear esta pequeña bajada de negocio, que entiendo que es momentánea, en el crédito hipotecario. Lo que se nos cae por un lado lo hemos podido compensar por otro. En el negocio de pymes estamos creciendo el 16 por ciento del negocio, y entre un 8 y un 9 por ciento en particulares. Por eso nuestro crecimiento, a nivel global, en 2007, no está resentido. Estamos creciendo más de la unidad de negocio del banco y hemos crecido en el segmento de pymes más que lo que crece la unidad de negocio del Sabadell. Por tanto, hay dos cosas: la empresa asturiana está teniendo un comportamiento mejor que la media nacional y también está sana, porque tenemos la morosidad más baja del grupo.
-Un reciente estudio sobre Asturias editado por el BBVA concluía, entre otras cosas, que Asturias no necesitaba más carreteras como más empresas.
-Lo primero que diría es que sigan haciendo infraestructuras, que no se paren. Que llegue aquí el AVE cuanto antes, que llegue la Autovía del Cantábrico y que, a la vez, se fomente la creación de empresas. El crecimiento de Asturias creo que vino muy ligado a las infraestructuras, eso no lo podemos olvidar, y es verdad que la Administración pública, aunque, en parte, lo está haciendo, debería ser, con mucho mayor énfasis, el germinador de nuevas empresas. Pero con una idea de empresa que se consolide. Estamos teniendo mucho crecimiento de empresas, pero que también se mueren muy rápido. Hay que hacer que la empresa se consolide un poco, que coja el tamaño adecuado. Y yo creo que tiene con nosotros la oportunidad de tener una entidad financiera de primer nivel. Y, además, somos la primera entidad en internacionalización. De hecho, en algunas reuniones que tengo en la Cámara de Comercio, se lo digo: nosotros tenemos mucha presencia internacional, aprovechadnos.
-¿Cómo va el ahorro de los asturianos?
-Está creciendo. Por una parte, suben las hipotecas, que lastran el ahorro. Pero, por otro lado, ante esa situación también ahorran más. Y, encima, incentivados. Existe mucha competitividad entre las entidades financieras por hacer depósitos muy bien remunerados, incluso superando el tipo oficial del dinero. Algo pesan las hipotecas, pero todavía estamos en tipos que no van a lastrar el ahorro. Tendríamos que ponernos en tipos por encima del 6 por ciento para que afecte al ahorro. Aún estamos en tipos suficientemente llevaderos.
-Lo que se resiente, entonces, es el consumo.
-Ahí sí. Está habiendo un pequeño bache. En estos momentos, hay esa especie de parálisis, pero luego, como ya dije, se verá que esto no era para tanto y se va a ver mucha más alegría. Ahora estamos un poco congelados y la percepción que hay es más negativa que la realidad.
-¿Cuántos millonarios pescaron el sábado del Gordo?
-Hicimos muy buen trabajo, la verdad. Eso indica que somos un banco muy próximo a la realidad del día a día en Asturias. Desde primera hora del sábado, ya estábamos recogiendo décimos en las oficinas de Nava, El Berrón, Avilés y Llanes. El domingo abrimos durante la mañana. Además, tenemos uno de los mejores productos del mercado. En este momento, a los décimos de lotería les damos el 10 por ciento a un mes, para que se lo piensen. Luego ya veremos cómo les orientamos a invertir.
-Y ese chorro de 360 millones tendrá que notarse estas Navidades...
-Bueno, se comenta en los medios que los comerciantes esperan que el Gordo haga sonreír a todo el mundo...
-Supongo que el porcentaje del Gordo que ustedes «pescaron» no me lo va a decir...
-Es imposible de calcular. Nosotros podemos hacer nuestras cábalas, y, en principio, nos gustaría que sea más que lo que nos tocase por cuota de negocio.


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