martes, 23 de septiembre de 2008

La economía se ahoga por falta de dinero: la concesión de créditos se desploma un 40% en lo que va de año

Nueva vuelta de tuerca a los problemas de liquidez de la economía. Los últimos datos del Banco de España reflejan que la financiación al sector privado -incluyendo préstamos y valores- está creciendo ya a un ritmo anual del 8%, la tasa más baja desde noviembre de 1996. Si se elimina el efecto de los precios, el avance es, incluso, más reducido: un 6,2%, según datos deflactados por el Ministerio de Economía.

Para hacerse una idea de la evolución de este indicador -clave para entender el momento económico- hay que tener en cuenta que en 2006 la financiación al sector privado creció un 20,4% (tres veces más que ahora), y que en 2007 el aumento fue del 17,3%, lo que da idea de la intensidad del ajuste.

La tasa puede parecer todavía elevada habida cuenta de la restricción del crédito que sufren los agentes económicos, pero hay que observar que recoge información de meses en los que el 'credit crunch,' iniciado en agosto del año pasado, no era tan relevante. De hecho, si se descuenta este factor, los resultados son muy diferentes. Si en los siete primeros meses del año pasado, el conjunto de las entidades financieras prestó al sector privado de la economía (familias y empresas) 168.419 millones de euros (flujo efectivo), este año, y en el mismo periodo de tiempo, la cuantía asciende a 96.748 millones, lo que supone un descenso de algo más del 40%. Es decir, que se ‘han retirado de la circulación’ algo más de 70.000 millones de euros que otros años se prestaban, lo que explica las dificultades de empresas y familias para renovar sus pólizas o los que problemas que existen para lograr un préstamo bancario.

El cierre del grifo del dinero está afectando a todos los sectores económicos, pero en particular a los hogares que piden un préstamo para adquirir una vivienda. El crédito hipotecario que contratan las familias está creciendo, de hecho, un 7,2% (sin deflactar), muy por debajo del 17% que se registró en 2007 o el 22,6% de un año antes.

La causa de esta fuerte ralentización del crédito (hasta alcanzar niveles que se aproximan ya a los alcanzados durante la recesión del bienio 1992-93) tiene que ver con varios factores. En particular con dos: la restricción de crédito derivada de la crisis financiera y la subida de los tipos de interés, que merma la capacidad de endeudamiento de las familias.

Suben las hipotecas
Según los datos del Banco de España, el tipo de interés medio que tienen que pagar los hogares para adquirir una vivienda se situó en julio en 5,9%, por encima del 5,3% registrado el año pasado y a una distancia considerable del 3,4% que se aplicaba en 2005 en pleno ‘boom’ inmobiliario. El precio del dinero que se aplica para el conjunto de las actividades de crédito -lo que el banco central denomina tipo sintético- es, incluso, superior. De nada menos que del 6,36%, lo que supone unos tipos de interés reales que no se recordaban desde el nacimiento del euro, hace una decena de años.

Es decir, que el dinero no sólo es escaso -lo que se explica por la elevada aversión al riesgo que tienen en estos momentos las entidades financieras-, sino que, además, es caro. Por un lado, debido a que el BCE ha elevado los tipos de interés, y, por otro, como consecuencia de que los propios bancos no se prestan dinero entre sí, lo que provoca tensiones alcistas en el mercado interbancario.

Los problemas de liquidez existentes en la eurozona son especialmente preocupantes para una economía como la española, extremadamente dependiente del dinero procedente del exterior para financiar su crecimiento. Y que se manifiesta con un déficit de la balanza de pagos equivalente a 10,5% del PIB, lo que explica el deterioro de la actividad económica. Sin financiación, no hay crecimiento

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