La reunificación de los créditos bancarios aumenta el 80% para aliviar la presión de las deudas

El número de ciudadanos dispuestos a suscribir una hipoteca que cubre la anterior y otras deudas, o lo que es lo mismo, la reunificación de todos los créditos bancarios, ha aumentado en un 80% este año, debido a la necesidad de reducir los pagos mensuales por la crisis económica. Este es el dato que maneja la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae, que advierte sobre los abusos que muchas veces se producen.

Y es que ante la actual coyuntura y la escalada registrada con la subida de tipos de interés, muchos alicantinos buscan desesperadamente en la agrupación de sus deudas su tabla de salvación. Se trata de tomar aire a toda costa, aunque sea asumiendo que la cantidad total adeudada aumentará una media del 30% y se alargará sobre manera el plazo de amortización al dispararse los intereses. A cambio, se alivia la presión en la cantidad a pagar cada mes. El delegado de Adicae-Alicante. Carlos Javier Zarco, recomienda prudencia al optar por la refinanciación y tener en cuenta todas las condiciones -comisiones, gastos y hasta penalizaciones- por cancelar y abrir un nuevo préstamo que agrupe a todos.

En general, la acumulación de créditos se hace en el hipotecario de la vivienda, y se incluyen los préstamos del coche, créditos de consumo, entre otros.

El vicepresidente nacional de Adicae, Fernando Herrero, reconoce que aunque "no existen datos exactos sobre el crecimiento de la reunificación, porque las propias entidades no los hacen públicos, lo cierto es que en nuestros servicios hemos detectado que hay un 80% más de ciudadanos que se plantean esta opción como alternativa para afrontar los pagos".

Esta organización de usuarios asume que ante la falta de recursos cada vez son más quienes piden esta solución a las entidades. El problema es que muchas veces los bancos y cajas se desentienden y derivan a firmas financieras la intermediación.

Herrero lamenta la falta de regulación en un sector que ha crecido muchos en los últimos años y que con la actual crisis se ha disparado aún más. Porque a diferencia de las entidades de crédito, todas ellas sometidas a la regulación y supervisión del Banco de España, las firmas de reunificación de deudas, al operar en algunos casos como prestamistas privados, carecen de un control público específico, por lo que campan a sus anchas, con escasa transparencia