lunes, 2 de febrero de 2009

Zapatero insta a la banca a dar más créditos y ganar menos

Aviso para navegantes: lo que el Gobierno español espera de la banca es que contribuya de manera efectiva a resolver la crisis económica del país y no solo a solventar sus problemas particulares. Cuando hoy los responsables de los grandes bancos españoles se reúnan por segunda vez en los últimos meses con el jefe del Ejecutivo español en la Moncloa ya conocerán de antemano cuál es el mensaje que van a recibir: más hipotecas y menos ganancia millonaria.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo anticipó ayer durante una visita electoral a Galicia en apoyo al candidato socialista a la reelección a la presidencia de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. Pese al tono mitinero de la ocasión, el dirigente socialista fue categórico al pedir esfuerzos a todos los sectores y ámbitos de la sociedad.


En su discurso, puso a su Gobierno al frente de la resolución de la crisis, pidió inversión y esfuerzo a las administraciones autonómicas y, sobre todo, a los ayuntamientos. Pero, en esa misma línea de compromiso, fue especialmente exigente al referirse al papel que debe jugar el sector financiero para aminorar los efectos de la crisis económica, informa Antonio Sangiago.
De hecho, ante las 5.000 personas que se congregaron en el pabellón deportivo de Lugo para seguir el acto político, el presidente avanzó cual será la petición que les formulará en la reunión de hoy: "También pienso pedir, con toda mi fuerza y mi convicción, el apoyo a los bancos, a los que he respaldado como todos los gobiernos para su estabilidad, que es imprescindible. Este no es el momento de grandes beneficios, este es el momento de apoyar el crédito y la financiación de las empresas y de las familias en nuestro país".
La relación entre el Gobierno y las entidades financieras ha dado un giro copernicano. Hace unos meses, el Ejecutivo se afanaba por defender por todo el mundo la solidez del sistema bancario español. Pero la aplicación, utilización y eficacia de las medidas de apoyo al sector, las empresas y las familias han empozoñado la situación y les han enzarzado en un cruce de acusaciones inédito en tiempo. Una guerra sorda de desprestigio que en los últimos días ha comenzado a no ser tan callada.

MEDIDAS INÚTILES
El Ejecutivo y los partidos políticos azuzan el descontento social por la caída de la financiación de empresas y familias. Acusan a bancos y cajas de mantener cerrado el grifo del crédito pese a las medidas dispuestas por el Tesoro y el Instituto de Crédito Oficial. En algunos ministerios, se critica con dureza que la banca "se pasase meses enteros rogando que se adoptasen medidas para luego no utilizarlas".
La opinión pública cada vez percibe más a la banca como la bestia negra de la crisis. Y lejos de calmar este fuego, el presidente del Gobierno anunció a finales del año pasado que iba a convocar a los seis principales banqueros del país y a los máximos representantes de los bancos y las cajas. El encuentro ha tardado más de un mes en concretarse --finalmente tendrá lugar hoy--, pero el presidente no se ha cansado de insistir durante todo este tiempo en que les piensa "reclamar" que agilicen y faciliten el crédito.
Paradójicamente, algunas de las entidades que estarán representadas en la reunión no se han beneficiado de las medidas de liquidez, con lo que argumentan que "difícilmente" se les puede exigir nada. Francisco González, presidente del BBVA, incluso ha sacado pecho de ello. "Podemos ir al mercado con condiciones iguales o mejores que ese mecanismo", afirmó esta semana al referirse a las emisiones de deuda con aval público elaborada por el Ejecutivo.
Todos los grandes banqueros insisten desde hace semanas en que el problema es que se interpreten como ayudas públicas las medidas, que en realidad son de apoyo ante el cerrojazo que han sufrido los mercados privados en que suelen obtener la liquidez. Públicamente, apuntan que "quizá" no han sabido explicar esta diferencia a la sociedad, pero en privado acusan al Gobierno y la oposición de fomentar el malentendido para eludir responsabilidades.

LA RESPUESTA
Algunos representantes del sector ya empiezan incluso a mostrar su enojo ante los micrófonos. "Resulta llamativo que determinadas instancias hayan pasado de proclamar que el sistema bancario español era el mejor y más eficiente del mundo a acusarlo ahora de querer ahogar a familias y empresas por pura maldad", ha contratacado Miguel Martín, presidente de la asociación patronal bancaria AEB, en clara referencia a las palabras del presidente del Gobierno.
La creciente presión política sobre su negocio, afirman fuentes de la banca, está dando la razón a quienes temían que esa era la moneda de cambio que iban a tener que pagar a cambio de las medidas oficiales de apoyo. Este temor, precisamente, es el que ha provocado que los grandes bancos hayan rechazado utilizar las diferentes líneas de ayuda puestas a su disposición, lo que a su vez dificulta seriamente su eficacia.
La banca, además, se queja de la tardanza, las trabas burocráticas y el alto riesgo que deben asumir para poner en marcha la moratoria de las hipotecas y el circulante de las pequeñas y medianas empresas.

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