viernes, 6 de febrero de 2009

Botín alaba al Gobierno pero juzga "imposible" que el crédito aumente

Emilio Botín, primer banquero del país desde hace más de una década, se plantó ayer en el centro de la polémica entre políticos y entidades financieras por la caída del crédito. Y lo hizo con el mensaje más conciliador oído hasta la fecha. El presidente del Santander alabó la actuación del Gobierno, pidió un gran pacto social para sacar a España de la crisis, defendió que la banca no ha cerrado el grifo de la financiación, y, aunque pueda resultar contradictorio con lo anterior, dijo que es "imposible" que los préstamos aumenten en plena recesión.

El máximo dirigente del primer banco de la eurozona se esforzó en explicar la paradoja. La moderación del crédito, argumentó, es "inevitable" ante el desmoronamiento de los indicadores de confianza de empresas y familias (están a niveles de la crisis de 1993) y de actividad (como el paro y la producción industrial). Solo el 6% de las empresas, recordó, tiene previsto invertir más este trimestre, según las Cámaras de Comercio. Además, el endeudamiento es "excepcionalmente elevado": equivale al 80% del PIB en las familias y a un 86% en el caso de las empresas.

RESPONSABILIDAD
Así las cosas, la banca haría un "flaco favor" a la economía si aumentase "de forma irresponsable" el crédito, porque pondría en peligro la solvencia del sector. "Lo que sí sería un problema es que el sistema financiero no fuera capaz de prestar a clientes solventes, bien por dificultades de liquidez o de capital", apostilló.
Para que no se interpretase como un contrataque del sector, no escatimó elogios al Ejecutivo. "Nuestro Gobierno actuó en todo momento como había que actuar y sabrá tomar medidas adecuadas en todo momento", afirmó sobre la posibilidad de que se produzcan inyecciones de capital público en entidades. También quitó importancia a las amenazas de Miguel Sebastián, responsable de la cartera de Industria: "Las opiniones de un ministro son, bueno, las opiniones de un ministro".
Fue más allá: "El sector público y privado tienen que ir de la mano, puesto que apoyar a nuestra economía es una labor de todos". Una alianza a la que emplazó al Gobiernos, la patronal CEOE, los sindicatos y las Cámaras de Comercio. "Estoy convencido de que si nos ponemos cuanto antes, España superará sus dificultades". Así, se comprometió a adjudicar 6.000 millones de euros de las líneas ICO a empresas (el 20%, más que su cuota de mercado), si el Gobierno las refuerza.
En resumen, que la "crispación es evidente, y no es bueno para el país". Y que los bancos y cajas se limitan a explicar la situación para que la entiendan el "pueblo español" y sus clientes. "No solamente yo, todos salimos muy satisfechos de la reunión del lunes en la Moncloa porque, tras tres horas y media, el presidente y el vicepresidente comprendieron la situación", remachó.
El Santander ganó 8.876 millones el año pasado, el 2% menos, pero el 9,6% más en beneficio puro del negocio (la cantidad coincide porque los 3.572 millones de plusvalías se destinaron a provisiones y saneamientos). El crédito creció el 10,4%, pero solo el 4% en España (0% en hipotecas). La demanda de crédito al banco en el país cayó el 21% y las concesiones del 80% al 75%. Para este año, la entidad prevé aumentar su beneficio y mantener el dividendo en volumen (4.800 millones, aunque repartido entre más acciones). Los préstamos en el país crecerán solo entre el 0,5% y el 1%. "Es bastante normal en una economía madura como la española" justificó Alfredo Saénz, el consejero delegado del banco.
La morosidad se ha disparado del 0,95% al 2,04% (0,63% al 1,95% en España). En consecuencia, el peso de los fondos para insolvencias sobre los activos de dudoso pago cayó del 151% al 91%. El banco destinó 10.160 millones a provisiones y calcula que este año su mora estará entre el 4% y el 4,5%.
Tras la operación de ampliación, el banco cuenta con un capital básico del 7,23%. No prevé captar más capital, porque no augura más compras.

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