miércoles, 27 de febrero de 2008

ECONOMÍA FAMILIAR

El Consejo Económico y Social advierte de un mayor riesgo para la economía familiar

El Consejo Económico y Social (CES) considera que el endurecimiento de los créditos junto al crecimiento del paro puede repercutir gravemente en las familias con ingresos más bajos, como consecuencia final de la crisis financiera internacional y la acusada desaceleración de la economía.

“En la demanda de crédito de los hogares podría existir un riesgo potencial para las rentas más bajas, ya que son las que soportan una mayor carga financiera por las posibles subidas de los tipos de interés o el potencial deterioro del nivel de empleo”. Así se recoge en el informe Sobre los nuevos modelos de consumo en España que, a iniciativa propia, acaba de elaborar el CES.

En este contexto, la institución considera que las familias “podrían llegar a ver comprometidas sus obligaciones de pago”. Máxime, cuando en los últimos años, el ahorro de las familias ha ido perdiendo capacidad de gasto, debido al crecimiento de los precios de la vivienda, y al paulatino endeudamiento impulsado por la buena situación económica y la consiguiente creación de empleo.

El informe del CES, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, explica que la foto actual sobre la disposición de recursos que tienen las familias es la siguiente: la renta disponible de los hogares “sólo cubre” el 95,8% del gasto que realizan, “ya sea de consumo o inversión”, mientras que el resto de los recursos necesarios se cubren o por ayudas –en un 1,3%– o por nuevos créditos –el 2,9%–. A estos efectos, la institución no considera a la vivienda como objeto de consumo, sino como un fin de inversión.

En cualquier caso, se trata de una situación bien distinta de la que había al comienzo de la década –en 2002– cuando las familias podían hacer frente con sus ahorros al gasto en vivienda y en consumo.

La influencia de la compra de la casa se nota con claridad en la variación que ha habido en el destino de los créditos, analizando los últimos doce años, que es el periodo en el que la economía española consolida la recuperación y el crecimiento continuado. En 1996, el 69,5% de los créditos a las familias se dedicaban a la vivienda, mientras que doce años más tarde los préstamos que tienen este fin representan el 77,7%. Por su parte, los créditos a las familias dedicados al consumo han pasado de representar el 31,5% al 26,6%.

En este contexto, el CES advierte también al Gobierno de la necesidad de “regular” la actividad de las nuevas empresas dedicadas a la reunificación y al aplazamiento de créditos. La institución recuerda que estas entidades, que “no están sujetas al control del Banco de España, aumentan las cargas financieras de las familias”, aunque parezca lo contrario. Esta circunstancia “resulta especialmente grave”, al actuar “en situaciones de creciente debilidad financiera de los pagos”.

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