MENOS HIPOTECAS

Más prudencia, menos hipotecas

Los tiempos han cambiado y con ellos la estrategia crediticia de la banca. Hace poco más de un año, el negocio hipotecario crecía a ritmos superiores al 20%, mientras que hoy lo hace ligeramente por encima del 10%.

Los datos pueden resultar aún más elocuentes: la banca rechaza de media alrededor de seis de cada diez solicitudes de hipoteca, frente a las cuatro que denegaba hace un año.

Estos datos, fruto de las estimaciones que se manejan el sector, traslucen la importancia del giro experimentado por el escenario en los últimos meses y, lo que es más importante, la actitud defensiva adoptada por las entidades.

Con buen criterio, la banca ha decidido incrementar los niveles de exigencia para la concesión de préstamos, al objeto de acotar al máximo sus riesgos, una decisión lógica, especialmente si se tiene en cuenta que la morosidad ha encontrado en los efectos de la desaceleración de la economía –contracción del consumo, incremento del paro, tensiones inflacionistas…– el caldo de cultivo perfecto para crecer.

El factor prudencia es el más importante, pero no el único. A él se une el hecho de que la persistencia de las tensiones de liquidez obliga a la banca a ser enormemente selectiva con el destino de sus recursos.