Las hipotecas y el euribor no se ponen de acuerdo
El descenso de los tipos de interés que está llevando a cabo el BCE no se está trasladando a una reducción de la cuota que pagan las familias españolas por sus hipotecas. Las tensiones provocadas por la crisis financiera han estrangulado de tal forma el mercado del crédito que están haciendo inútiles los esfuerzos de las autoridades monetarias por dar mayor liquidez a los consumidores. El tipo medio ponderado que cobran los bancos por las hipotecas se situó en octubre en el 6,07%, sin incluir comisiones, lo que supone 0,64 puntos más que hace un año, cuando ahora el precio del dinero es mucho más barato. Esto se traduce en que los hogares están sufriendo más que las empresas las consecuencias de la crisis crediticia.
Los bancos son, además, mucho más reacios a prestar dinero a los particulares, lo que incide en una mayor caída del consumo y, consecuentemente, en el agravamiento de la recesión que sufrimos. En un entorno de agudo deterioro económico y aumento de la morosidad, las entidades financieras están endureciendo las condiciones para dar los créditos: han acortado los plazos –de 28 años de media se ha pasado a 26–, exigen seguros de amortización de pagos en caso de incapacidad o paro del titular, han reducido el capital que prestan –la hipoteca media ha caído un 10%–, han disminuido el porcentaje a financiar y además, han subido los precios llegando a cobrar euribor más 1%, cuando antes era más 0,50%. El euribor a doce meses, con cuya media mensual se revisan la mayoría de las hipotecas a tipo variable, está bajando y ayer se situó en el 3,661%, que es su nivel más bajo desde mayo de 2006, pero todavía se encuentra lejos del tipo de interés oficial del 2,5%, fijado el pasado jueves por el BCE.
El diferencial entre el euribor y los tipos de interés en la zona euro suele ser de entre el 0,30% y el 0,80%, con lo que el euribor debería continuar desacelerándose al tiempo que el BCE recorta los tipos, máxime si, como se prevé, el precio del dinero se sitúa en el 2% en el primer trimestre de 2009.
Los consumidores tienen que aprovechar este nuevo escenario y renegociar a la baja con las entidades el tipo de sus hipotecas. Y si su banco habitual se hace el remolón, eche mano de la nueva ley hipotecaria, que permite el cambio de entidad con menos comisiones. Según los cálculos de los expertos (ver EXPANSIÓN del pasado sábado), la cuota mensual de un préstamo de 133.700 euros podría reducirse casi en 136 euros. Que vendrán muy bien para afrontar los gastos navideños y para aguantar la cuesta de enero.
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