domingo, 21 de diciembre de 2008

Cuidado con los préstamos rápidos durante estas fiestas

Bancos y cajas se han lanzado a ofrecer créditos de fácil acceso, incluso por sms. Gaste sólo si es necesario, vigile las comisiones y anticípese a los tipos de interés ‘ocultos’

«¿De verdad que no tiene un gasto en mente? ¿Ese viaje que siempre quiso hacer, esa televisión con la que a veces soñó o un capricho antes de la Navidad?». Es el reclamo que hacen durante estos días las entidades financieras para que sus clientes contraten alguno de los créditos de acceso rápido que están comercializando.

Las fechas navideñas son proclives para incrementar el gasto. Y, como ahora es mucho más difícil para los bancos arriesgarse a conceder hipotecas a 30 ó 40 años, apuestan por aumentar su pasivo con estos créditos: se ponen en marcha rápidamente, con tipos de interés altos, comisiones suculentas y con menos probabilidad de ser impagados, pues las cuotas –gracias a un plazo para abonarlos relativamente prolongado– son bastante reducidas.

A pesar de que los tipos de interés se encuentran bastante bajos –en un 2,25% en la zona euro, tras el último recorte–, la media de los intereses aplicados por las entidades financieras en los créditos de consumo se encuentra en el 11,22%. Esto significa que hay préstamos por encima y por debajo.

En el primer caso, se encuentran gran parte de los créditos que van unidos al saldo de una tarjeta. Es la estrategia de entidades como Citibank o MBNA. En el primer caso, por ejemplo, se comercializa la tarjeta Visa Cepsa, a la que posteriormente se le ofrece un crédito de hasta 3.000 euros y un tipo de interés que roza el 20%, si se aplazan los pagos a crédito.

Un porcentaje aproximado es el que cobran en las entidades de crédito fácil, como Cetelem o Credifácil, donde también ofrecen flexibles plazos para pagar: hasta 60 meses por importes que rondan los 4.000 euros, una cantidad que, en el caso de una hipoteca media –150.000 euros, según el INE–, puede abonar en menos de un año.

Sin embargo, no son sólo las entidades de crédito ‘fácil’ las que utilizan en esta estrategia. A ella se han unido también casi todas las entidades tradicionales. Tanto bancos como cajas han visto un filón en estos productos, por las ventajas que les pueden aportar a corto plazo, gracias a los suculentos tipo de interés.

Captación masiva

Y, en este caso, juegan con cierta ventaja, pues aprovechan el contacto con los miles de clientes que ya tienen cuenta en ellos para bombardearles a propuestas. El teléfono móvil se ha convertido en el principal arma de persuasión. Y no sólo porque se realicen continuas llamadas para ofrecer créditos rápidos, sino porque en muchos casos se utiliza la vía de los mensajes de texto para informar e incluso para formalizar la operación.

En el caso de los grandes bancos y cajas del país, los intereses que cobran por estos créditos de consumo no se elevan al 20%, sino que rondan aproximadamente el 10%, dependiendo de los casos.

Antes de formalizar estos créditos, pregúntese si realmente le hace falta adquirir un producto. Endeudarse no es precisamente ahora la mejor opción para ninguna familia media.

Si está dispuesto a hacerlo, pregunte, en primer lugar, por el tipo de interés que le aplicarán. Es posible que intenten seducirle con un tasa anual equivalente (TAE) del 0%, aunque sólo es temporal, puesto que, habitualmente, estos préstamos se conceden a un interés que supera en la mayoría de los casos el 10%. Además, deberá tener en cuenta la comisión por apertura, que puede ser más alta que el resto del mercado.

Analice también el plazo que le ofrecen. La mejor opción no es prolongar una deuda de 6.000 euros, por ejemplo, durante 10 años. Es preferible pagar algo más al mes y quitarse la deuda de encima cuanto antes, porque los intereses son más suculentos para la entidad cuanto más tiempo se prolongue la financiación, y más cuando el dinero solicitado es tan bajo.

Menos gastos, pero más tarjetas

El gasto se reduce a pasos agigantados: hasta un 15% podría acortarse este año, según la patronal del comercio. Sin embargo, que el consumo se reduzca no quiere decir que los ciudadanos ‘tiren’ menos de las tarjetas para financiar sus compras a plazos. Y la

Fuentes de algunas de estas entidades han reconocido que este producto es un filón, sobre todo en épocas de consumo elevado.

Entre las ventajas de este tipo de tarjetas se encuentra el hecho de que puede escoger una cuota mensual, trimestral e incluso anual y puede cambiar el modo de pago (una cuantía concreta cada mes, un porcentaje de la deuda que se mantenga, un pago mensual...). Entre las novedades, se encuentran la ‘Hop!’ (Popular), la ‘Pago fácil’ (Santander) o la ‘Tres meses sin’ (BBVA).

Sin embargo, hay que saber utilizar las tarjetas ‘revolving’ con cierta prudencia. Evite abusar de este producto, pues puede generar una deuda, que se va regenerando con el paso del tiempo, sobre todo si se mantiene a largo plazo.

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