Botín quiere más: tras la ampliación, tituliza créditos por 7.400 millones para acudir al BCE
Emilio Botín, presidente del Banco Santander, no tiene bastante con los 7.200 millones que acaba de recaudar con la ampliación de capital que cerró el viernes con un gran éxito. Además, el banco registró la semana pasada una titulización -conversión de los créditos concedidos por el banco en bonos negociables- de 6.000 millones de euros, que se suma a otra de 1.400 millones que realizó a finales de octubre.
Es imposible colocar este tipo de emisiones de deuda en mercado desde que estalló la crisis en agosto de 2007, por lo que los bancos se quedan con los bonos para llevarlos como garantía (colateral) a las subastas de liquidez del BCE. Ésta es la fórmula más habitual epara obtener la liquidez que tan difícil es obtener en el interbancario o mediante emisiones de deuda más segura, como la senior o las cédulas hipotecarias (aunque se aprecian los primeros signos de mejoría). Asimismo, estas titulizaciones pueden llevarse a las subastas del Fondo de Adquisición de Activos (FAAF) del Gobierno español siempre que su calificación crediticia alcance el grado AA (el BCE permite A-) y, cuando se abra el mercado en el futuro, podrán venderse a los inversores.
Con la ampliación de capital, parecía que el Santander había optado por una vía distinta y más "valiente" (Solbes dixit) para captar liquidez frente a unos competidores que, en las mismas fechas, lanzaban las mayores titulizaciones de la historia de España: 8.500 millones de euros el BBVA y 6.000 millones el Popular. La ampliación, aparte de recaudar liquidez, incrementa el capital del banco -como su nombre indica-, lo que le ha permitido elevar su ratio de core capital hasta el 7%, el nuevo estándar internacional tras la intervención masiva de los Estados en la banca.
Pero en realidad, Botín estaba jugando a dos bandas, como suele ser habitual en él. Así, además de anticiparse a los demás con la ampliación de capital -cada vez más gente da por hecho que todos los bancos tendrán que hacer lo mismo en 2009-, jugaba con sus mismas armas y preparaba titulizaciones masivas. Es más, podría tener una tercera arma en la recámara: el Santander puede ser la primera entidad en lanzar una emisión con aval del Estado dentro del plan de 100.000 millones para 2008, según informaba este fin de semana el diario económico Expansión.
Este movimiento pretendería no sólo reforzar esa imagen de anticipación que ha dado con la ampliación de capital, sino también reabrir el mercado como hizo en abril: entonces también fue la entidad de Botín la primera en lanzar una emisión de deuda tras el cierre de los mercados en otoño de 2007 (luego volvieron a cerrarse en septiembre de este año), a petición del Banco de España. De ahí la enorme importancia que tienes los bajos precios que cobrará el Gobierno a la banca por estos avales, que en el caso de Santander se situará en torno a 90 puntos básicos (0,90 puntos porcentuales), que hay que sumar al tipo de interés de los bonos: actualmente la deuda del Tesoro a tres años cotiza por debajo del Euribor a tres meses, aunque los bancos siempre tendrán que ofrecer un diferencial pese al aval estatal.
Para qué quiere el Santander tanto dinero
La gran incógnita que plantean todas estas medidas es para qué necesita el Santander tantísima liquidez. En teoría, su destino principal es hacer frente a los vencimientos de deuda, ya que el propio consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, reconoció la semana pasada que se está reduciendo la demanda de crédito y que la menor solvencia de los que lo solicitan hace ser más "cuidadosos" a los bancos, lo que se traduce en un aumento de los diferenciales respecto al Euribor; no obstante, calificó de "tópico" decir que la banca no presta.
Santander tiene unos vencimientos oficiales de 20.649 millones en 2009 (correspondientes a Santander, Portugal y Abbey), pero hay una gran discrepancia con los datos de Bloomberg, que arrojan 30.012 millones. Si tomamos por buena la segunda cifra, supondría el 3,27% del balance del banco; si la correcta es la suya, el rato bajaría hasta el 2,25%. Otra alternativa para el dinero sería acometer nuevas adquisiciones, algo que la entidad ha negado reiteradamente con motivo de la ampliación de capital.
Titulización de efectos de crédito
La titulización de 6.000 millones es un poco sui generis porque no se trata de hipotecas -que es lo normal- sino de efectos de crédito (descuento comercial) y anticipos de crédito, que en lugar de empaquetarse en bonos se empaquetan en pagarés dado el corto plazo de estas operaciones. En total, se trata de efectos y anticipos de 67.745 clientes del banco, y el mayor volumen procede del comercio (1.673,4 millones) y de la construcción (875,7 millones).
La de 1.400 millones sí es una titulización hipotecaria tradicional con un tramo triple A de 1.216,9 millones, que empaqueta 7.632 préstamos hipotecarios concedidos en su mayor parte en 2007 y 2008, aunque algunos se remontan a 1992. El importe medio de las hipotecas es de 196.000 euros y el tipo de interés, del 5,41% (aunque están mayoritariamente referenciadas al Euribor).
Otras entidades han registrado importantes emisiones en los últimos días. Así, aparte de las del Santander, se han registrado titulizaciones de Caixa Catalunya (1.050 millones), CAM (1.716 millones), Pastor (500 millones ) y Guipuzcoano (300). Asimismo, han emitido cédulas hipotecarias -susceptibles de acudir a la segunda subasta del FFAF del 11 de diciembre- la CECA (4.105 millones) y una macrotitulización de cédulas -ese invento llamado titucédulas- de 50.000 millones por parte de un conjunto de bancos y cajas capitaneadas por Santander y su unidad Consumer Finance.
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