El peligro de las hipotecas multidivisa
El Euribor al alza, el miedo a no poder pagar la hipoteca y un posible interés por parte de los bancos podrían estar detrás de la peligrosa y relativamente nueva 'moda' de las hipotecas multidivisa, pero ¿Saben realmente estos nuevos 'divisadependientes' dónde se meten?Las hipotecas multidivisa no son algo nuevo. De hecho, en finanzas.com ya hablamos largo y tendido de ellas hace unos cuantos meses, quizás cuando todavía eran algo que sólo conocían algunos inversores y disfrutaban unos pocos ahorradores
Hoy la situación ha cambiado. Si hablo de hipotecas multidivisa es porque se han juntado una serie de circunstancias que las han vuelto a poner en boca de todos y, lo que es más grave, en el punto de mira de algunos ahorradores. Hace unos días un familiar me preguntaba por la posibilidad de negociar la subrrogación de su hipoteca en euros para pasarla a otra en yenes y ahorrarse así lo que se estaba ahorrando una amiga que ya había cambiado la suya. Me pareció una mera anécdota hasta que leí un artículo de Ignacio Rodríguez Añino, responsable de M&G Investments para España, para 'elconfidencial.com' en el que ahondaba en el tema.
Rodríguez Añino explicaba cómo "en la última semana, tres personas diferentes y sin relación entre sí, me han comentado que han cambiado su hipoteca a yenes", lo que me puso en guardia frente a lo que parecía ser el inicio de una epidemia. El experto aportaba algunos datos muy interesantes y un mensaje de cautela sobre este producto financiero, que es todavía más importante: "Mi duda es si se está comunicando a los clientes todos los riesgos que conlleva el hipotecarse en divisas. Al fin y al cabo, las divisas son el activo financiero más líquido, más volátil y el más difícil de predecir".
Pero, ¿Qué está detrás de esta nueva moda? Sin duda, la crisis financiera, como apunta Añino, "porque la última vez que este tipo de hipotecas estuvo de moda fue en la crisis de los años 93-95". Lógicamente, a los endeudados nos está haciendo mucho daño el Euribor, pero también la inflación, que se está comiendo nuestras rentas de forma subliminal. El dinero no llega a fin de mes y empiezan a notarse el miedo y un cierto nivel de desesperación entre los ahorradores. Esto justificaría sobradamente la búsqueda de nuevas vías de ahorro y el hallazgo de las hipotecas multidivisa.
Fíjense si no, en los datos que apunta el experto: "Si una persona se hubiese hipotecado en yenes hace tres años, en 2005, con el euro/yen a 130, a mediados de 2007, con el euro/yen a casi 170, estaría muy contenta ya que la debilidad del yen habría hecho que su hipoteca en Euros se viera reducida en un 23% (una verdadera pasada)".
"Sin embargo, advierte, una persona que se hubiera endeudado con el euro/yen a 170, hoy en día con el cambio a 160, vería incrementada su deuda (el principal, no los intereses) en más de un 6%, algo nada agradable. Y si se volviera al 130 vería incrementado el total de su deuda en un 30% (esto sí que sería una pasada)".
Claro, que como usted contrata el producto de 2008 en vez del de 1993, lo que tendrá será una hipoteca multidivisa en la que podrá cambiar de moneda, incluso volverse al euro, si su apuesta por el yen es errónea. Correcto; "esto estaría bien siempre y cuando los costes del cambio fueran menores a los beneficios obtenidos con anterioridad", como apunta Añino. O sea, que el supuesto colchón de una cesta de divisas no lo es tanto y el hipotecado sigue asumiendo riesgos muy elevados.
Ahora es cuando entramos en el asunto clave de las hipotecas multidivisa ¿Sabe el ahorrador dónde se está metiendo? Independientemente de si algún banco en concreto puede tener interés en 'colocar' el producto a los ahorradores, ¿Estarían dando a sus clientes la información necesaria para valorar su decisión? No olvidemos que para la entidad financiera esta hipoteca aporta mas ingresos por comisiones que una hipoteca referenciada al Euribor.
No obviemos tampoco que existe ya una guerra comercial abierta entre las entidades financieras para robarse 'hipotecados' como se apunta en un informe elaborado por el comparador de productos financieros 'on line' Bankimia. Esta batalla comercial consistiría en robarse los clientes que ya hayan pagado una parte de su hipoteca (por tanto, que tengan un buen historial como pagadores) y que tampoco precisen más del 80% del precio de tasación de su vivienda.
Esto encajaría perfectamente con el aumento de las subrogaciones a hipotecas multidivisas. El banco se queda con un cliente solvente y al que le va a sacar más comisiones, y el ahorrador contrata un producto de crédito con el que va a ahorrarse dinero. Todo correcto si al cliente del préstamo hipotecario se le explicase bien el alcance de su responsabilidad y/o riesgo, algo que no está del todo claro que se esté haciendo en los bancos y cajas hoy, como apuntan en AIF (http://www.finanzas.com/id.9237905/noticias/noticia.htm) y que no es probable que se haga en el caso de un producto más técnico aún, como son las hipotecas multidivisa.
La conclusión de todo esto bien podría ser el consejo de Añino: "Pueden cambiar la hipoteca a yenes, pero por favor, infórmense antes de todos los riesgos, flexibilidad y comisiones de los bancos".
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