HIPOTECAS

Una de cada ocho familias reconoce dificultades para pagar la hipoteca

La economía de más de la mitad de los hogares de Castilla y León (el 53,3 por ciento) está libre de los pagos de una hipoteca, según reconocen los encuestados por el Barómetro Sociopolítico de EL NORTE y confirma, con un porcentaje casi idéntico, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El 31,7 por ciento de los castellanos y leoneses aseguran que no tienen especiales dificultades para cumplir con su préstamo; sin embargo, el 12,5 por ciento (uno de cada ocho) ya reconocen que cada vez les es más complicado ajustar sus economías domésticas para hacer frente a la cuota de la hipoteca.

Este porcentaje sube hasta el 15,7 por ciento en el grupo de ciudadanos entre 45 y 64 años. Es el sector de población que, en este sentido, atraviesa por mayores estrecheces económicas. Esta circunstancia puede explicarse en que son, sobre todo, las parejas con hijos adolescentes o ya universitarios que acarrean una serie de gastos extra en los presupuestos familiares. El segmento con mayor porcentaje de hipotecados se sitúa en los jóvenes adultos, entre 30 y 44 años, y los menos encadenados a las letras bancarias son -con la lógica excepción de los estudiantes- los mayores de 65 años (en este caso, el 81 por ciento de los encuestados tienen su vivienda en propiedad). Si se atiende a la ideología, los ciudadanos de izquierdas son los que reconocen más dificultades para pagar la hipoteca (el 19,8 por ciento), frente al 9,9 por ciento que se definen de centro.

¿Cómo equilibran la economía estas familias con problemas para responder ante el préstamo bancario? En el 35,4 por ciento de los casos aseguran que el recorte se hará reduciendo el presupuesto destinado a las vacaciones o bien, evitando los viajes durante las épocas de descanso. También apuntan a un uso limitado del vehículo privado y, en menor medida, salir a bares y restaurantes o usar menos el teléfono. Por el contrario, aquellos que no tienen problemas para pagar las cuotas hipotecarias creen que la mejor manera para ahorrar (o al menos no derrochar dinero) es gastar menos en bares y comidas fuera de casa.